2013
En las últimas semanas, quienes trabajamos los temas de gestión pública hemos visto cómo en los diferentes medios de comunicación se ha tratado de presentar los contenidos del Proyecto de Ley del Servicio Civil y discutirlo entre los promotores de esta ley, los diferentes especialistas y los sindicatos de trabajadores que agrupan a servidores públicos.
Por estos días me encontré con un familiar, quien me comentó que había escuchado por la radio sobre el Proyecto de Ley: «¿Qué es eso? –me dijo–. ¿Es esa ley para que las personas hagamos servicio a la comunidad en lugar de pagar multas?». Le expliqué que no, que se trataba de una de ley cuyo objetivo era mejorar la gestión pública ordenando los incentivos, clarificando funciones y competencias de quienes laboran en la administración pública. «Ah, ya –recibí por respuesta–. Si eso significa que ahora los que trabajan en el Estado van a tratar bien a las personas, eso está bien».
Y es que en general las personas no entendemos qué es la 276, la 728 o el CAS –es decir, los diferentes sistemas de contratación de personas en el Estado–. No entendemos por qué se tienen regímenes de incentivos distintos para quienes trabajan bajo las mismas condiciones y obligaciones. La Administración Pública para el común de los ciudadanos está personificada en quien atiende detrás de la ventanilla de un ministerio, un municipio, el gobierno regional o un organismo técnico. Y a veces esa persona detrás de la ventanilla, de un escritorio, en el área de información, puede ser muy cordial y eficiente, pero otras veces esa persona puede apenas sonreír o mirarnos a los ojos, tratarnos como si le pidiéramos un favor cuando es nuestro derecho recibir los servicios públicos. Es allí cuando nos preguntamos: ¿Por qué no mejoran las cosas en el Estado?
Según el RankinCAD 2013, un estudio de Ciudadanos al Día sobre la satisfacción ciudadana en la atención en 123 entidades públicas a nivel nacional, el 49% de los ciudadanos está insatisfecho con la atención que recibe –en los gobiernos regionales la insatisfacción ciudadana en la atención llega al 60%–. Los principales problemas que mencionaron en su experiencia fueron la lentitud en resolver trámites o gestiones, la falta de comprensión de su problema por parte del personal, la falta de interés y amabilidad del personal, la descoordinación entre oficinas y departamentos, la información insuficiente y poco clara, entre otros.
Ante este diagnóstico, un buen gerente trataría inmediatamente de generar incentivos en forma de premios económicos, reconocimientos y ascensos, capacitar a su personal, definir procesos y otras acciones transformadoras. Sin embargo, este buen gerente se enfrenta ante una dificultad: no todo su personal parte del mismo punto. Algunos están bajo un sistema de contratación –con incentivos, ascensos y sanciones definidos– mientras que otros están bajo otro sistema donde los incentivos, ascensos y sanciones son totalmente distintos. Ello no permite planificar la mejora en la atención en los ciudadanos ni generar sostenibilidad de dichas mejoras. El proyecto de Ley del Servicio Civil es una oportunidad para lograr una mejora sostenible.
Generar un punto de referencia común para quienes trabajan en la administración pública, sin vulnerar los derechos laborales, estableciendo justicia y equidad, es un paso difícil pero necesario. Y significará no solo el accionar del actual gobierno sino el de los siguientes. Se requerirá además informar, explicar, involucrar a otros actores de la sociedad para entender la importancia de esta reforma. Y sobre todo, implicará escuchar y entender lo que al ciudadano realmente le importa: integridad, eficiencia y buen trato por parte del sector público.
Por Caroline Gibu. Directora Ejecutiva de CAD.
Hoy 29 de mayo se celebra el Día del Servidor Público, un día poco conocido y menos difundido. Quizá muchos de ustedes se estén preguntando por qué un día del Servidor Público. ¿A quién celebrar? Con tantas noticias de corrupción, de ineficiencia, de falta de gestión, pareciera que toda nuestra administración pública está de cabeza. En Ciudadanos al Día creemos que sí hay mucho por celebrar y que este día es una importante oportunidad para reflexionar sobre el rol del servidor público.
Desde nuestra creación, y en particular, en los últimos ocho años organizando el Premio a las Buenas Prácticas en Gestión Pública, hemos sido testigos de esfuerzos notables por mejorar la administración pública y ponerla al servicio de todos los ciudadanos: más de 1,200 casos de éxito liderados por servidores públicos apasionados y comprometidos, que enfrentan con creatividad los retos que significan mejorar las condiciones de vida de los peruanos, en particular de aquellos que viven en situación de exclusión. No todo está mal en la administración pública.
El Día del Servidor Público nos permite agradecer a todos aquellos que trabajan en las distintas instituciones públicas a nivel nacional, regional y local, quienes con probidad y vocación de servicio realizan su trabajo con la mayor dedicación. Son servidores públicos que han comprendido realmente su rol: contribuir con su trabajo a la construcción de un país más optimista, más justo, más solidario.
Hay mucho por mejorar en la administración pública, es cierto. Nos toca a los ciudadanos señalar los problemas y las oportunidades de mejora. Pero también nos toca alentar a quienes hoy están desempeñando la función pública, como cuando alentamos a un equipo de fútbol, para que no pierdan el objetivo, para que sepan que los estamos viendo, para que sientan que sus esfuerzos y sus logros por el país serán celebrados por todos.
¡¡¡Feliz Día del Servidor Público!!!
Caroline Gibu.
¡No entierren sus talentos!
La vida no se tiene para guardarla para uno mismo,
se tiene para entregarla”.
Papa Francisco.
Escrito por Caroline Gibu.
Hoy en el Día del Trabajo reflexiono en la Parábola de los Talentos: el amo reúne a sus siervos y les entrega a cada uno cinco, dos y un talento (antigua moneda o unidad de medida griega) según su capacidad. A su retorno, el amo reúne a sus siervos: el siervo que recibió cinco talentos entregó cinco más fruto de su esfuerzo; asimismo, el siervo que recibió dos entregó dos más; sin embargo, el que recibió uno devolvió el talento indicando que tuvo miedo de su amo y que por ello decidió enterrarlo bajo la tierra y esperar a su regreso. El amo felicita al primero y al segundo pero el tercero es reprendido.
Pienso como muchos que los talentos a los que se refiere esta parábola no solo significan recursos, dinero o capital de trabajo para ayudarnos a emprender un negocio, sino en las capacidades físicas y mentales que nos permiten ser creativos, haciendo andar la maquinaria de nuestro propio ser, dando lo mejor de uno mismo, para beneficio individual pero a la vez colectivo.
Ayer, 30 de abril, se cerraron las inscripciones para el Premio Buenas Prácticas en Gestión Pública 2013. Como todos los años, el equipo de Ciudadanos al Día ha sentido en las últimas semanas el crecimiento del entusiasmo y la efervescencia de las múltiples llamadas de funcionarios públicos ansiosos por participar y por mostrar a todos las prácticas implementadas.
Cada una de estas postulaciones trae consigo historias de esfuerzo y creatividad, de dedicación y de esperanza por ver que las cosas cambien a pesar de las dificultades, para romper con ese paradigma de “todo siempre será igual”: aquí en el Perú las instituciones públicas sí pueden estar al servicio del ciudadano y el bien común.
Los funcionarios públicos que participan en esta edición del Premio Buenas Prácticas en Gestión Pública 2013 han decidido no enterrar sus talentos, sino mostrarlos a todos, porque donde había poco han hecho mucho para cambiar una realidad y hacer posible el sueño del desarrollo compartido.
Buen descanso el día de hoy para todos esos funcionarios públicos que han entendido que el verdadero amo que les pide cuentas son los ciudanos a quienes se deben...!
«Explícamelo en sencillo»: Presupuesto Público para ciudadanos
Jueves, 24 Enero 2013 00:00 Escrito por Caroline GibuEl Presupuesto Público aprobado para el año 2013 es de 108 mil millones de nuevos soles. De ellos, 54 mil millones serán utilizados en gastos corrientes y 30 mil millones en gastos de capital; cerca de 9 mil 500 corresponden a gastos financieros, 9 mil 400 a gastos previsional, y cerca de 5 mil millones a la reserva de contingencia.