• Puntaje nacional en transparencia presupuestal es de 73 sobre 100, por encima del promedio mundial que se ubica en 42 puntos. Entre los países de Latinoamérica, Perú aparece en tercer lugar por debajo de México y Brasil, y superando a Argentina, Chile y Colombia.
  • Preocupa que el puntaje de Perú en términos de participación ciudadana en el presupuesto público sea sólo de 22 puntos sobre 100, lo cual indica que las oportunidades que se le ofrecen al público para participar en el proceso presupuestario son poco o nada adecuados: aun cuando existen mecanismos de participación a nivel local, los ciudadanos tienen pocas oportunidades de ser escuchados al momento de formular, aprobar, implementar y vigilar el presupuesto nacional.
  • A nivel de vigilancia del presupuesto público, tanto el Congreso de la República y la Contraloría General de Nación alcanzan niveles adecuados, pero ello no es suficiente para garantizar la implementación de medidas correctivas que mejoren la ejecución del gasto.

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Por Caroline Gibu

El Ministro de Economía y Finanzas Alfredo Thorne ha plateado un "nuevo MEF", una institución más dialogante y más cerca de la gente. La coyuntura no puede ser más propicia por cuanto antes del 1 de septiembre de este año, el Ministerio deberá presentar ante el Congreso de la República el proyecto de ley de Presupuesto Público para el año 2017; y bajo la visión que este #NuevoMEF se ha planteado, espero que dicha propuesta venga acompañada de un Presupuesto Ciudadano, un documento sencillo y en lenguaje plano – es decir, sin tecnicismos o palabras difíciles – de fácil comprensión para el ciudadano, que permita explicar las metas del presupuesto público aun para quienes nunca han escuchado hablar de él. Tanto la OECD como el FMI han establecido en innumerables documentos la importancia de los Presupuestos Ciudadanos, así como guías específicas para su implementación.

Desde el año 2008, Ciudadanos al Día ha monitoreado la transparencia presupuestaria a través del proyecto Encuesta de Presupuesto Abierto (Open Budget Survey en inglés), liderado por el International Budget Partnership. Dicha encuesta mide cada dos años la transparencia, la participación ciudadana, y la efectividad en el control en los presupuestos de más de 100 países. Una de las principales observaciones que la Encuesta establece para Perú es la necesidad de mejorar los mecanismos de información y participación ciudadana respecto al Presupuesto Público en su conjunto, y más allá de las consultas que se realizan a nivel regional o local en el marco del presupuesto participativo.

En ese contexto, desde el año 2013 el MEF ha publicado anualmente la Guía de Orientación al Ciudadano del Presupuesto Público tanto en su fase de propuesta como luego de su aprobación ante el Congreso. Este ha sido un esfuerzo loable para el Ministerio, pero creo que se puede hacer más, que siempre hay formas de explicar y comunicar mejor, y que se puede ir más allá de los fríos números de las cuentas presupuestales.

En esa línea, cinco cosas que esperamos del Presupuesto Ciudadano 2017:

1.  Empezar con las metas más que con la distribución:  Para quienes hemos seguido el Presupuesto Público durante años, estamos familiarizados con el esquema usual de los documentos presupuestales: se inicia con el marco macroeconómico, siguiendo con la recaudación y la distribución del gasto (por niveles de gobierno, por sectores y por departamentos) y luego se explican las metas o resultados. ¿Por qué no empezar al revés? Estoy segura que una madre de familia entiende mejor qué significa una educación de calidad para sus hijos (mejores notas, acceso a materiales educativos, buenos profesores) que explicarle primero cuánto tiene que ahorrar y cuánto ingreso debe generar para pagar el colegio que quiere para ellos.

Claro que es necesario que nos expliquen cómo se financiará ese presupuesto y qué inversiones debemos tener, pero sería importante empezar por lo concreto y básico: ¿qué gana el ciudadano en un año con la gestión del presupuesto público?

2. Promover el monitoreo ciudadano: El Presupuesto Ciudadano también puede ser un documento de referencia para generar monitoreo ciudadano de las metas: si el presupuesto indica que cada niño menor de un año recibirá una vacuna determinada, entonces, desde una madre gestante hasta una organización civil o un municipio podrá monitorear que esto suceda realmente. Quizás ésta sea una forma simplificada de expresar como funcionaría un sistema de monitoreo, y que la realidad requiere de más componentes, pero mi punto es que el Ministerio debe establecer un mecanismo que permita recibir alertas y coordinar con los otros sectores, pliegos o unidades ejecutoras que les toca implementar el presupuesto y por ende son responsables del resultado. Un #NuevoMEF más cerca de la gente implica no sólo "más cerca para informar" sino "más cerca para escuchar y resolver juntos".

3. Rendir cuenta de las metas:  Actualmente se produce la
Guía de Orientación al Ciudadano del Presupuesto Público, que se difunde en fechas colindantes a la presentación del proyecto de ley y a la aprobación del mismo por parte del Congreso. Sin embargo, no hemos visto aun algún documento que nos indique a los ciudadanos si las metas establecidas se cumplieron o no, y si no se cumplieron ¿por qué no se cumplieron?

El Marco Macroeconómico Multianual y la Exposición de Motivos del Proyecto de Ley de Presupuesto son dos documentos técnicos que año a año, y en cierta medida, explican los logros, desafíos, problemas externos e internos alrededor del cumplimiento de metas.  Sería ideal que tengamos una explicación sencilla, clara y transparente de qué ha pasado con las metas. Me imagino que el principal reto es decir por qué no se logró – las posibilidades de ser criticado pueden generar resistencias – sin embargo, es también una manera de generar presión o estrés positivo hacia el logro.

4. Salir a explicar:  No basta con contar con un Presupuesto Ciudadano y publicarlo en la web. Es necesario salir tantas veces se pueda con el documento y compartirlo entre todos los públicos. Este ejercicio nos sólo genera que más personas conozcan el documento sino también retroalimentación de qué aspectos se pueden mejorar respecto al mismo. Quizás haya un grupo de la sociedad que quiera más información sobre determinada meta, o siente que hay ausencias respecto a temas específicos. Con esos insumos, el Presupuesto Ciudadano del siguiente año será un documento mucho más afinado que el precedente.

Salir a explicar no es sencillo, implica preparación, implica estrategia. Por ello el Presupuesto Ciudadano debe ir acompañado de una estrategia de comunicación que incluya a los diversos actores que conforman nuestra sociedad, así como el uso de redes sociales: un video, una infografía, un "gif animado", una traducción a lenguas nativas, pueden colaborar en la comunicación. Por supuesto, poner la información en datos abiertos – es decir, que los datos utilizados para armar gráficas y cuadros, estén también en hojas de cálculo y no en "pdfs" – ayudará a que otras organizaciones y medios de comunicación "se apropien" del contenido y le den mayor valor.

5. Presupuesto ciudadano no sólo en el MEF:  Proponemos que el ejercicio de Presupuesto Ciudadano del Presupuesto Público, también tenga su correlato en cada sector, incluso a nivel regional y municipal. Cada ministerio debería contar con su propio Presupuesto Ciudadano, un documento en donde se explique las metas establecidas y cómo lo lograrán; que promueva el monitoreo; que rinda cuenta de los resultados; y que sea difundido de modo tal que también permita la retroalimentación. Las memorias anuales que actualmente se imprimen no necesariamente responden a los niveles de transparencia, participación y rendición de cuentas que se requieren. La visión del #NuevoMEF a nivel presupuestal puede trasladarse también a todos los sectores.

En suma, debemos avanzar en la dirección de convertir al Presupuesto Ciudadano en un instrumento para lograr la real participación ciudadana en el Presupuesto Público. Los mecanismos actuales de participación en la formulación y ejecución del presupuesto son escasos: la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza ha hecho esfuerzos notables para cada año hacer análisis del presupuesto a nivel técnico y discutirlo permanentemente con el Ministerio de Economía y Finanzas; a nivel regional y local se cuenta con las audiencias del Presupuesto Participativo, pero lo que en estos espacios se consulta y decide es bastante heterogéneo y con resultados aislados.

Si queremos un país que comparta los mismos ideales y la misma visión del futuro, tenemos que lograr que muchos más peruanos y peruanas entendamos el presupuesto como instrumento de política pública y no cómo una lista de Papá Noel. Y tenemos que generar mecanismos para que ese presupuesto refleje las distintas soluciones que se plantean para lograr un país más justo, equitativo y solidario. Pero más aún, tenemos que lograr que las metas presupuestales realmente cambien la situación actual de muchas personas y las coloquen en una situación mejor. Confío que el #NuevoMEF transite por el camino correcto y se acerque al ideal de Estado más integro, eficiente e inclusivo que todos esperamos.

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Viernes, 20 Febrero 2015 15:20

¿Quiero ser formal?

Por: Caroline Gibu

 

Días atrás escuchaba por la radio una discusión sobre cómo promover la formalidad de las pequeñas y medianas empresas respecto a la contratación de sus trabajadores, a propósito de la derogada Ley Pulpín. Uno de los comentarios que más me llamó la atención era el que proponía la simplificación de trámites, la dotación de incentivos económicos, el acompañamiento técnico y la capacitación. Con ello, decía el comentarista, se mejoraría la productividad de la empresa, incrementaría sus utilidades y por ende podría remunerar mejor a sus trabajadores y cumplir poco a poco con los requisitos de ley. 

 

Y allí, inmediatamente me vinieron a la cabeza varias preguntas: ¿todos esos incentivos y logros llevarán al emprendedor a pagar mejor a sus trabajadores, a pagarles el seguro social? O será que el excedente lo utilizará para invertir en la infraestructura de la empresa, mejorar su propia casa, o enviar a su hijo a la universidad. ¿Este emprendedor más productivo pagará impuestos? ¿Comprará a proveedores formales y les exigirá factura? ¿Qué motiva realmente a una persona a cumplir con la ley?

 

El día martes 10 de febrero en la Universidad del Pacífico se presentó el Informe sobre el Desarrollo Mundial: Mente, Sociedad y Conducta que hace un análisis de cómo las personas tomamos decisiones y cómo éste proceso debe ser considerado para el desarrollo de políticas públicas. Esta interesante infografía resume las principales ideas del Informe que en líneas generales cito casi textualmente aquí:

 

“Los economistas típicamente suponen que las personas toman decisiones racionales - sopesan adecuadamente las opciones, analizan toda la información disponible, y toman decisiones individualmente. Estos supuestos no son suficientes… las personas pensamos automáticamente (tendemos a pensar rápidamente y buscamos atajos mentales); pensamos socialmente (cooperamos en la medida que otros hagan lo mismo, y confiamos en redes y normas sociales); y pensamos con modelos mentales (no inventamos nuevos conceptos, sino que más bien utilizamos modelos mentales extraídos de la sociedad y de una historia compartida)”.

 

Y justamente el arte de poder llevar a buen término cualquier reforma en el Estado es entender estos tres tipos de pensamiento, y aplicar buenas prácticas tomando en cuenta los mismos.

 

Así por ejemplo, pienso que los procesos de simplificación administrativa están orientados al pensamiento automático: a nadie le gusta que le den 20 requisitos y tener que recorrer varias ventanillas para hacer un trámite; a nadie le gusta que le hablen en difícil. Menos requisitos, menos pasos, más información sencilla, mejor para el ciudadano. Exporta Fácil es un caso de éxito de este tipo: Permite a pequeños y micro empresarios exportar productos por valores no mayores a US$5,000. Todos los formularios se llenan en línea disponible las 24 horas del día. Ello ha llevado a que los montos de exportación pasen de US$ 205,586 (2007) a US$ 3´375,178 (2013). Por esta práctica la Sunat ganó el Premio a las Buenas Prácticas en Gestión Pública 2008 en la Categoría Simplificación de Trámites.

 

Por otro lado, aquellos procesos de transferencia de tecnología a través de pares y los mecanismos de autocontrol comunitario están vinculados con el pensamiento social: la comunidad es un referente importante – de reconocimiento y de sanción -  para la toma de decisiones de los individuos. El resultado que ha tenido el programa Mi Chacra Emprendedora - Haku Wiñay nos da un ejemplo de la aplicación de una política de inclusión social tomando en cuenta el pensamiento social. En este programa se conforman núcleos ejecutores que se autogestionan sobre la base de la colaboración con el fin de mejorar los sistemas productivos de familias rurales de una comunidad. La transmisión de conocimiento se realiza de campesino a campesino, promovido por talentos locales o “yachachiq” (en quechua: líder que enseña) quien es un referente reconocido por la comunidad. Para el año 2013, Haku Wiñay logró que 3,855 familias de Ayacucho, Abancay, Huánuco y Huancavelica contaran con sistemas de riego, y que 2,500 familias de dichas zonas contaran con viviendas saludables (¿se imagina lo difícil que debe ser cambiar las costumbres locales para instalar cocinas mejoradas, agua segura y manejo de residuos sólidos?). Por ello, Foncodes ganó el Premio Buenas Prácticas en Gestión Pública 2014 en la categoría Inclusión Social.

 

Quizás lo más difícil para quienes diseñan las políticas públicas es romper con modelos mentales preconcebidos en la sociedad. Sobre todo con aquellos modelos arraigados en las personas respecto a la administración pública: para muchos las instituciones del Estado no funcionan y nunca funcionarán;  existe y siempre persistirá la corrupción porque prima la impunidad; de nada sirve cumplir con la ley porque siempre habrá otro que no la cumpla y me ganará por puesta de mano, y que nada de todo esto cambiará. No dejan de tener razón pero sería erróneo quedarnos allí. Demostrar que algunas instituciones públicas son eficaces y eficientes, que imponen consistentemente premios y sanciones, y que son justas y transparentes en sus decisiones aportará a cambiar esos modelos.

 

Y en el caso de la informalidad en el empleo, las evidencias que trae el Informe parecieran indicarnos que debemos implementar reformas que apunten a la simplificación de trámites, a la formación de capacidades, a los mecanismos de premio, control y sanción, y al fortalecimiento de instituciones, pero también a la formación de referentes sociales y a la difusión de ejemplos concretos – incluso en la formas más lúdicas e inusuales - que ayuden a cambiar conductas y que rompan con la idea que la formalidad no trae beneficios (tanto para el empleador como para el empleado). Para ello, el diseño de la política debe ser multidiciplinario y no basta con una visión económica y racional del tema: implica incorporar a profesionales provenientes de la psicología, sociología, la comunicación entre otros en el diseño y, cada vez más, escuchar, entender y retroalimentarse de las voces de quienes son el público objetivo de la política pública.  

¡Gracias por leerme! ¡Y que empiece la conversación!

 

 

 

 

 

 

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